
Escrito por Violette Seldubuisson,
Revisado por Rachel Ducept,
Traducido del francés por Violette Seldubuisson.
Publicado el 20 de noviembre de 2022.
El fin de las tres semanas de errancia de los 234 pasajeros del navío « Ocean Viking » pone de relieve las dificultades de la política migratoria europea. Con pushback repetidos, construcciones de muros, tensiones diplomáticas, esta parece en crisis. Una situación compleja, cuando la tasa de depósitos de solicitud de asilo alcanza niveles récords desde 2015. Resumen.
Una crisis humanitaria considerable
Se revela complejo cruzar las fronteras de Europa. Sin embargo, ante las condiciones inhumanas para los migrantes en los países de tránsito, como en Libia, estos están dispuestos a probar todo. Embarcaciones improvisadas, elecciones de vías peligrosas, recursos escasos, estas poblaciones suelen estar expuestas a estos peligros. Según la encuesta « migrantes desaparecidos », 25 261 personas han desaparecido en el mar Mediterránea desde 2014. La OIM declaró también que 205 han muerto en la Mancha desde 2014.
Los hechos pesan y no se acaban. Una vez allí, las condiciones no son mejores. En Bélgica, la Agencia Federal de Acogida de Solicitantes de Asilo ha sido condenada en 4.500 ocasiones desde el principio del año por no dar cobijo a los migrantes. Su red de 32000 plazas está saturada, lo que obliga a los migrantes a dormir afuera. No es una excepción entre los Estados miembros. Las ONG suelen denunciar la vida en los campos o en la calle.
¿ A qué se debe esta situación ?
Numerosos observadores consideran que se trata de una crisis política, por causas estructurales propias de la unión europea.
A pesar de la voluntad de aplicar una política migratoria común, la realidad muestra el contrario. La confusión jurídica acerca de la Regulación de Dublín y de la ley del mar genera pulsos diplomáticos entre los países. Esta normativa establece que las solicitudes de asilo se deben tratar en los primeros países de entrada en la UE, y obliga acostar en « un lugar seguro ». Las ONG denuncian la aplicación arbitraria de las políticas nacionales. De hecho, Giorgia Meloni impone sus ideas rechazando el navío « Ocean Viking ». Se trata de la misma problemática en Hungría, con Viktor Orban, desafiando a Bruselas al negarse a cambiar sus políticas.
La delegación de las políticas migratorias preocupa a las ONG. Para construir una « Fortaleza Europa » la UE solicita la agencia Frontex, y realiza acuerdos con países vecinos como Turquía.
¿ La reforma, una solución ?
Se ha propuesto una reforma para hacer frente a esta situación. En 2020, la Comisión Europea ha presentado el « Pacto Europeo sobre Migración y Asilo. ». Se creó en 2022 la Agencia de la Unión Europea para el asilo. La reforma destaca un ámbito común y global e intenta uniformizar la norma. Lo que evoca las peticiones de las ONG para un sistema más solidario y humanitario.
Pero las tensiones entre los países impiden alcanzar un acuerdo, y el proceso de reforma está colapsado. Además, las ONG se preocupan a causa de varias medidas adoptadas por la UE. Los dos reglamentos sobre el « filtrado » y « Eurodac » les parecen muy restrictivos. La base de datos prevista con Eurodac alarma a Amnesty internacional, quien teme que haya el desarrollo de un « poderoso instrumento de vigilancia masiva ».
Aunque todas estas propuestas parecen un avance, el problema de su aplicación arbitraria persiste y la sociedad civil deplora la adopción de medidas de seguridad en vez de humanas. Parece que el desafío para la UE sigue siendo importante.
Violette Seldubuisson